Adidas y sus nuevos tenis para salvar los océanos
Con la problemática de que los océanos contienen más de 8 millones de toneladas de plástico, Adidas y la Fundación Parley for the Oceans trabajan juntos desde el 2015 para pensar en una solución creativa. ¿El resultado? los tenis ecoinnovadores y el movimiento “Run for the Oceans”, que se hará el 8 de julio para darle a la gente nuevos hábitos a favor de los océanos.
La maratón Run for the Oceans y la elaboración de los tenis son un cambio inicial para extraer el plástico de los océanos, como dicen Nick Maass, Director de Estrategias en Deportes de Adidas, y Matthias Amm, Director de Producto de Adidas Running, “El año pasado sacamos un millón de pares de tenis, y este tenemos como objetivo vender 5 millones, lo cual equivale a 55 millones de botellas de plástico que ya no están en los océanos (cada par está hecho a partir de once botellas).”
La idea que tienen es aumentar la conciencia pública, para que la rutina al momento de comprar cambie; que se empiece a preguntar de qué están hechos, quién los hizo, cómo fue el proceso de producción, si son ambientalmente amigables o no y, de paso, si realmente se necesita. El concepto que se planea para comercializar las zapatillas es que es posible convertir el plástico proveniente del océano en algo ‘cool’, mientras se protegen y preservan los océanos.
Así como Adidas y la Fundación Parley intentan aportar un poco a los océanos, la Institución Universitaria Salazar y Herrera - IUSH también inculca en sus estudiantes de Diseño de Modas la lucha por la elaboración de prendas a favor del ambiente; porque es innegable, como lo dice Ana Ester García Coordinadora de Diseño de Modas de la IUSH “que una de las macrotendencias de diseño y consumo más vivaz en las últimas décadas es la solicitud hacia la preservación de los recursos, el cuidado de los ecosistemas, las fuentes y acciones sustentables y sostenibles”.
Es por esto que en el segundo semestre de la Carrera Profesional en Diseño de Modas, a través del Taller Indumentaria Expandida, se forma en el desarrollo de una textura vestible del cuerpo humano desarrollada con material no convencional y reciclable en lo posible. “La competencia se orienta a la resignificación y reinterpretación de materiales no textiles que obtengan propiedades vestimentarias innovadoras”, comenta la Coordinadora de Diseño de Modas.
Aun así la tarea es ardua y no puede quedar solo ahí, como lo indica Sonia Peláez, Docente de la Escuela de Artes de la IUSH: “Proponer en el escenario de las pasarelas, productos elaborados con materiales reciclados, genera discusiones y debates al girar en torno a la estética y no a la funcionalidad. La industria de la moda empieza a dar fuertes pasos, pero la formación profesional y tecnológica, debe unirse a los esfuerzos de concientizar al individuo, nada se logra si la industria modifica sus métodos y los profesionales y productores van en otra línea, es hora de remar hacia la misma dirección, una moda estructurada a partir de reducir el consumismo y pensada en lo funcional.”